sábado, 27 de octubre de 2007

Marc Andreessen, el Padre de los Navegadores

Un día cualquiera, de esos en donde tenía que escribir mi columna para Netgate Magazine, me pregunté; "¿De que viene esta?". Bueno, para variar (je), pensé en los temas de software históricos que más me relamían, y me dije; "¡los browsers! ¿cuál es su historia? ¿Quién fue el tipo que dio el primer paso? ¿Quién fue el primero en hacerse millonario con esto?". Porque seguro que el primero sería millonario.

Bien, luego de ardua investigación, logré saberlo, y les comparto lo obtenido, adicionado con hechos para nada despreciables. "El saber no ocupa lugar".

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Biografía: Los Navegadores Web y La Magia de Marc Andreessen (I)

¿Qué iba a pensar Andreessen, bien entrado el otoño de 1992, de los actuales Navegadores Web de hoy? ¿Cómo fueron sus comienzos? Esta nota pretende traer a la luz los orígenes de los programas que usted y yo utilizamos hoy para navegar a través de la Web. Y un poco de la historia del su hoy multimillonario padre.

Mientras estudiaba en la Universidad de Illinois, Andreessen brindaba sus conocimientos al Centro Nacional de Aplicaciones de Supercomputación (NSCA) a razón de U$S 7,25 la hora. Allí escribía programas para las computadoras de alto desempeño de la NSCA, soportadas por la plataforma Unix, la cual cumplía ya casi 21 años de existencia, los mismos que los de él. Marc había comenzado a programar en su adolescencia, y su capacidad innata le permitía absorber enormes cantidades de información, vinieran éstas de periódicos, revistas o lo que fuera, siempre que tuvieran una connotación técnica.

Internet estaba en la cuna, y en el momento en que la mayor parte de los académicos que habitaban el aún pobre ciberespacio soñaban con poder visitar más de los poco probables treinta sitios Web que habían, Andreessen tomó la decisión de cambiar al mundo. Se anticipó como ninguno al concepto de simplificar el viaje por la Web, pero no pensaba en el alcance de lo que él estaba urdiendo, ni los efectos que causaría: su invento sería el eslabón perdido que completaría la cadena que dio lugar a la red.

En sus inicios, su idea tuvo que ser diseñada para funcionar sobre Unix. Entonces, con su gran amigo y excelente programador Eric Bina, algunos años mayor que él, comenzaron a desarrollar la idea. Lo que Marc hizo fue estandarizar el formato de los contenidos de la red, de modo que los usuarios pudiesen acceder a ellos en forma más sencilla. Andreessen y Bina crearon el primer programa Navegador, y lo llamaron Mosaic, de apenas 10.000 líneas de código fuente. Según se cuenta, conllevaba ya las funcionalidades del simple clic del mouse, reproducir sonidos, y mostrar gráficos, lo que transformó a Unix en algo corriente, aunque en forma virtual, pues este sistema operativo no permitía los lujos que vemos hoy en Windows, Macintosh y Linux.

Mosaic fue la sensación del momento, y podía ser descargado “freeware”. En la primavera de 1993, la NSCA alistó a un grupo de programadores, muy jóvenes, para efectivizar el funcionamiento de Mosaic bajo Windows y Macintosh. El secreto estaba en el manejo del mouse, y cualquiera que contara con un PC, podría navegar ahora de una manera diferente. Esta aceptación disparó a los creadores de sitios Web, quienes comenzaron a inundar a la red, a tal punto que a fines de 1994 habían más de 40.000 sitios disponibles para visitar. Ya en ese entonces, si alguien tenía un PC, solo necesitaba un módem para entrar en la rosca.

En esos días, Andreessen se graduó en la universidad, y fue enormemente tentado por la NSCA para permanecer en sus filas, ¡siempre y cuando se retirase del proyecto Mosaic! Esta propuesta de la NSCA fue otro de los disparates más grandes de la historia (¿cómo dejar ir a Marc Andreessen, con veintidós años, y una mente prodigiosa?). Se fue.

Andreessen logró conseguir una asociación que le permitiría llevar adelante sus ideas. Con su novel socio llamaron a la empresa Mosaic Communications, pero lo cambiaron por Netscape luego de una amenaza subliminal de la NSCA. Se impuso así la necesidad de iniciar desde cero, ya que todo código relacionado con el Mosaic original solo les causaría problemas.

En abril de 1994, Netscape pasó de tres empleados a 100 a finales del año, ¡y a cerca de 2.600 en 1997! El primer navegador salió a luz en octubre de 1994 con la denominación Navigator, para Unix, Macintosh y Windows. El éxito fue tan impresionante, que el 70 por ciento de las compañías de Fortune 100 lo usaban. Y era gratis, pues la estrategia de Netscape apuntaba a que cuantos más usuarios hubiera utilizándolo, más popular sería. Pero entonces, ¿cómo obtener los ingresos que bancaran tal empresa?

En forma presta, Netscape tomó la determinación de que las empresas deberían comprar el software de los navegadores. ¿Y cuál sería el gancho que haría que las grandes empresas lo compraran? Simple: la oportunidad de publicitar sus productos a los miles de usuarios y los otros cientos de servicios posibles que hoy se ven. Muchos opinaron que la decisión de cobrar había sido un error, puesto que Microsoft entró al ruedo regalando su propio navegador. Pero de no hacerlo, Netscape no hubiera podido pagar los sueldos. Esta modalidad de cobro le permitió a Netscape, sólo en el primer trimestre de su primer año obtener ingresos cercanos a U$S 1 millón, U$S 40 millones al quinto mes, U$S 87 millones al final del año, y U$S 350 millones al año siguiente. Pero Netscape no daba beneficios (el grupo inversor había contribuido con mucho dinero y aún con estos ingresos y la propuesta de Andreessen, querían retornos rápidamente).

Sumado a ello, la posición de Microsoft parecía condenar a Netscape, tanto si cobrara su navegador como si no, pues Windows y su Internet Explorer pasarían a ser una misma cosa. La resolución a esta historia no se hará esperar.


¡POR QUÉ BILL GATES QUIERE SER EL PRÓXIMO MARC ANDREESSEN!

Así salía publicada la tapa de la revista Wired apenas Netscape salió a cotizar en bolsa. Y fue tapa de la revista Times. Tal vez, la única compañía que podría voltear a Microsoft en el futuro.

Biografía: Los Navegadores Web y La Magia de Marc Andreessen (II)

La posición de Microsoft parecía condenar a Netscape, tanto si cobrara su navegador como si no, pues Windows y su Internet Explorer pasarían a ser una misma cosa. Cualquiera que fuesen los planes de negocios que instaurara, Netscape debía ponerse rápidamente en condiciones operativas.

En 1994, Jim Clark, uno de los principales inversionistas e iniciadores de Netscape junto a Andreessen, consideraba que James Barksdale era uno de los más sobresalientes candidatos a ser CEO de la empresa, y fue finalmente contratado como tal apenas iniciado 1995. Netscape se hallaba en camino a convertirse en la empresa de más rápido crecimiento de todos los tiempos en el área del software. Sumado a ello, Sun Microsystems creaba a Java, el lenguaje que propiciaba que las aplicaciones Web funcionaran perfectamente, cualquiera fuese el sistema operativo (Unix, Macintosh o Windows). Si el sitio que se visitaba estaba basado en Java, las páginas aparecerían con todos sus efectos. Java era potencialmente trascendente, pues amenazaba la hegemonía de Microsoft. Tan es así, que un alto ejecutivo de Compaq dijo que Java era “...el lenguaje que le permitiría al mundo salir de la cárcel”.

El 8 de agosto de 1995, Netscape y sus agentes de emisión tuvieron que fijar un precio para los 5 millones de acciones que se ofrecerían al otro día. Una semana antes, se pensaba fijar el precio en los U$S 15. Pero dada la intensa demanda, decidieron duplicar el precio de las acciones, ubicando el valor de mercado en miles de millones para Netscape, hecho asombroso para una empresa aún no rentable. A la mañana siguiente, y aguardando el comienzo de la ronda en Wall Street, ¡las acciones de Netscape no se cotizaban! La compañía entró en la desolación, pero dos horas después, el emblema de Netscape se vio en la cartelera electrónica ¡seguido de un 71!

La revista Time puso a Andreessen en su tapa, y las acciones de Microsoft sufrieron. Las de Netscape comenzaron a subir rápidamente, llegando a U$S 100 hacia finales de 1995, y a U$S 175 apenas dos semanas después. ¡Al fin Marc y los inversores comenzaron a llenar copiosamente sus bolsillos! (Y se produjo la mayor injusticia de la historia: ¡no haberme enterado yo en ese momento!). ¡Las fortunas de Clark y Andreessen pasaron ahora a 1.600 y a 174 millones, respectivamente!

Pero el lado tenebroso del debut meteórico de Netscape fue lo que hizo que más tarde causara decepción. El mercado y los medios crearon expectativas que pocas compañías en la historia del capitalismo debieron afrontar. Las leyes de la gravedad de la fama pronto se harían sentir.

Según el propio Barksdale, “no había forma de sostener el precio de U$S 175 la acción”. Pero el dinero seguía entrando a paladas...y a Bill Gates se le encendió la lamparita a medio voltaje, apenas una tenue luz.

A finales de 1994, el jefe de marketing de Netscape fue contactado por Microsoft para solicitarle información acerca del navegador. La idea era hacer que el navegador corriese sin problemas en Windows 95, y en primera instancia, y en forma ignominiosa y arrogante, Netscape se negó a ello, indicando que seguirían "cortándose solos". Entre otras respuestas, Andreessen les envió sarcásticas respuestas del tipo “ya se enterarán” y “Bill Gates es un simple observador de la industria”.

Pero negocios son negocios. Al otoño siguiente, ambas empresas reiniciaron sus conversaciones. Brad Silverberg, un vicepresidente de Microsoft de primer nivel, revisó detalladamente sus correos y determinó que los comentarios de Netscape del contacto anterior eran injuriosos. Se lo hizo saber a Netscape, y éstos se pusieron inmediatamente a la defensiva. No obstante, se reunieron en Mountain View, y el primero en ponerse a la defensiva fue Andreessen, quien no respondió a la mayoría de las preguntas de Silverberg. Es que Microsoft hizo una oferta de apenas U$S 1 millón para lograr que el navegador corriera bajo sus sistemas operativos, cuando se esperaba una oferta mínima de U$S 1.000 millones por parte de Netscape.

Llegó el momento de la pausa en la reunión. Silverberg se apartó y rápidamente se puso en contacto con Bill Gates, el cual se hallaba en sus oficinas de Redmond, mediante celular (rehusó utilizar los teléfonos de Netscape), y regresó con la respuesta definitiva, la que daría por finalizada la reunión. “¡Los vamos a enterrar si no cooperan con nosotros, única manera de establecer una relación comercial!”. Ahora, la lamparita de Bill Gates completó su encendido total, ¡y con una intensidad descomunal!

Era obvio. Esta apasionante historia no puede ser completada en apenas dos números. Y no tengo más opción que el de intentar una tercera parte, necesariamente la última, el epílogo que explique por qué Netscape fue lo que fue y terminó como terminó. Veremos cómo sumergida en la arrogancia de su éxito, Netscape subestimó a Microsoft, quien decidió entrar al ruedo de los navegadores. Se puede caminar detrás o a la par de Godzilla, ¡pero que no provocar que éste dé el paso atrás si todavía se está detrás!

Biografía: Los Navegadores Web y La Magia de Marc Andreessen (III)

“¡Los vamos a enterrar si no cooperan con nosotros, única manera de establecer una relación comercial!”. El dogma de Microsoft era “Un PC en cada escritorio de cada hogar, que corriera software de Microsoft”. Y Netscape estaba poniendo eso en peligro.

Estimados lectores, en lo que a mí respecta, sigo con la corbata y el overol puestos, dispuesto a contarles el final de la magia de Marc Andreessen, un hombre que aun con algunos excesos verborrágicos, se convirtió en uno de los tantos fenómenos de la corta historia de la informática moderna, pero uno de los pocos que recibió sus decenas de millones gracias a sus virtudes de visionario e innovador. Vamos a ello.

En el otoño de 1995, Bill Gates se estaba despertando de su siesta frente al fenómeno de los navegadores para Internet. Ya no había dudas de que iba a lanzarse al negocio, del cual descreyó. Pero ahora que lo había decidido, si no era con Netscape sería con algún otro socio. “A Microsoft no solamente le gustaba ganar; quería también que su rival perdiese.” dijo una fuente analista. Lo que interpreto de esto es que, si el rival era osado, eso solo duplicaría el placer de desmembrarlo (¡Uhmmmm!).

Microsoft estaba por lanzar su Windows 95, y obviamente deseaba echarle una mirada al código del Navigator de Netscape. Pero a su vez, Netscape debía asegurarse de que su navegador fuera también compatible si quería llegar a algún acuerdo. En varias ocasiones, entre 1994 y 1995, ambas empresas hablaron sobre qué hacer. Pero a fines de marzo de 1995, Microsoft anunció que lanzaría su propio navegador. Esto ocasionó que Netscape no podía conceder ninguna ventaja competitiva, pues, estaba apunto de lanzar su versión 2.0. Y en ese momento confesó que quería cooperar con Microsoft como fabricante del sistema operativo, pero no como empresa de aplicaciones de software. ¡Y declaró una debilidad!

A mediados de junio, Barksdale y Andreessen se reunieron con seis delegados de Microsoft en el edificio de Netscape en Mountain View. La gente de Microsoft declaró que deseaba cooperar en algunos proyectos en conjunto, pero dejaron ahora sorpresivamente en claro que no deseaban que Netscape fabricase un navegador para Windows 95, el cual sería lanzado en un par de meses. Según infidencias, Microsoft sentenció que el mercado de los navegadores debería ser para ellos, y que Netscape podría quedarse con los restos. Marc hizo equivalente a la reunión con “una prueba de coeficiente intelectual del Valle”, haciendo clara alusión a la gente del Silicon Valley, el cual integraban junto a las empresas informáticas más poderosas, a excepción de Microsoft, por supuesto. Obviamente, en estos momentos el peligro lo constituía Netscape.

Pero llegó el momento (tardío) de la liberación de Windows 95, con una versión en línea del novel Internet Explorer (IE). Y según palabras del propio Gates, gracias al IE, Internet sería su segunda oportunidad (?). Y lo que sería más importante aún, pero para futuros dolores de cabeza de la propia Microsoft (como comento al final), el IE sería gratuito, lo que lo haría más atractivo que el Navigator, convirtiéndose esto en la principal amenaza para la fuente de ingresos de Netscape. ¿Gates estaba dispuesto a sacrificar el dinero con tal de que su rival no tuviera más ingresos? Los analistas dicen que sí. Personalmente, me quedan dudas.

Por la primavera de 1996 Netscape tuvo que admitir que iba a perder mucho terreno una vez que Microsoft atacara, pues, el Navigator podría estar por encima de los 50 millones de usuarios, pero Windows 95 tendría pronto más del doble, anualmente hablando. Ya no habría más ingresos provenientes de esa fuente. ¿Para qué comprar algo que Godzilla lo ofrecía gratuitamente? En 1997, se cayeron los ingresos de Netscape.

Epílogo

Todo este lío trajo aparejado más adelante el (famoso) juicio antimonopolio más ambicioso del Departamento de Justicia, denominado Los Estados Unidos de Norteamérica vs. Microsoft Corporation, carátula 98-1232. Los demandantes: Netscape, Sun Microsystems, AOL, y hasta Oracle. Pero esta es otra historia, que en algún momento también narraré.

Finalmente, Netscape fue absorbida por la gigante AOL en marzo de 1999 por U$S 9.800 millones, haciéndose Sun de otra parte, encargándose del negocio de las intranets y del software para servidores. Andreessen era ya un recuerdo. Hoy por hoy, Marc se dedica a brindar exégesis de management, esperando dirigir alguna gran empresa algún día. Pero para bien o para mal, la extraña lección que dejó es que ser arrogante y petulante, pero con un genio einsteniano, te puede poner en un sillón de oro, como está seguramente hoy, por el resto de sus días, y de su generación.

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